Entradas

Mostrando entradas de febrero 15, 2011

MARIANA DOCAMPO: persona favorita, escritora de la pavura, sutilezas del encanto tembloroso

Imagen
::::::::: Mariana Docampo, es una amiga queridísima -es de esas personas favoritas sobre las que coincidimos todos los moradores del jardín-  pero además es una tremenda escritora; en breve se viene su libro La fe, por Bajo la luna. A quienes aún no la leyeron, les recomiendo vivamente y con entusiasmo exacerbado su novela El molino. Abajo una de las reseñas que recibió. Aquí otra http://www.hablandodelasunto.com.ar/?p=623 Además, la presentación de Teresa Arijón, como siempre, palabras lúcidas y dechado de sabiduría   http://www.con-versiones.com/nota0827.htm DOCAMPO- Las 12 La sagrada familia La visión fragmentada de una hija recompone la novela familiar. Por Verónica Bondorevsky El molino Mariana Docampo Bajo La Luna 128 páginas El molino hace un zoom en la mirada de una niña y también de una joven nacida en el seno de una familia numerosa y católica, cuya infancia transcurre fundamentalmente en Zárate por el trabajo de su padre a fines de la década del setenta y comienzo

Nadie es huérfano, alguien nombra. Analía Mehlberg

Imagen
:::::::: Nos llegó un libro de Analía Mehlberg, el título nos gustó mucho, La hija del carnicero , ya tenemos nuestros versos subrayados. Analía tiene, además, un blog precioso y con buena y variada poesía para leer, pasen y vean: http://www.rapsodiaurbana.com.ar/ La hija del carnicero La niña baja la persiana hora de limpiar con un cuchillito raspa las maderas separa sebo    coágulo    nervio tiñe el trapo rejilla dedos pequeños envuelven el mango limpia la sierra encendida sonidos con olor a cartílago mano seca    uñas comidas retira dientes de la máquina raspa la silueta del instrumento gira la rueda sin premio deshechos tapan el soborno gira la sierra    los restos cenizas de hueso alimento para gallinas polvo de vaca en el aire en el silencio de infancia dialogan las víctimas lengua que saborea rencor la niña baja la cabeza hora de callar ::::::: Gracias Analía