De La vida de las mariposas (inédito)
En las cien metamorfosis que te he visto, -embelesarme- o, en la certeza de esa proeza física increíble que es tu voraz apetito capaz de exterminar mi jardín sin dejar alimento, nutrientes y humedades nimios pero bastantes para que esas pequeñas y silvestres flores pasaran el invierno magras, cetrinas, descarnadas, recostarme en la espera decir con certeza como al principio por pulso insistente por qué te entristece todo aquello ahora lejano y borroso si después de la guerra quizás vuelva a tu jardín con los pies lastimados el cuerpo exultante. Mientras tanto cualquier cosa diminuta me sirve para pintar la guirnalda de los mil colores que embellecida anuncia la vida triste, porque sólo nosotros -los animales sin sangre- confundimos un fresco y claro resplandor que la marea nos devuelve con la respiración de dos dragones. Conocés los males que la partida deja, un gusano sumido a los influjos de cuerpos celestes e...