ALEJANDRO MENDEZ: En el lugar del chico que alguna vez recibiera el latido y la palabra, hay una piedra.
::::: No sé cómo pasan sus días con sus noches el resto de las personas, pero él -Alejandro Mendez- además de ser exquisito, suave y amigo delicioso, escucha y regala música como esta y -fundamentalmente- escribe poemas que te dejan temblando. Gracias querido. ::::: Legión extranjera La foto donde me sostenés en brazos es una evidencia, pero la niego. En el lugar del chico que alguna vez recibiera el latido y la palabra, hay una piedra. No pregunto si mi nombre es legión, ni siquiera me concedo la sospecha, escondido en el pliegue áureo de tu manga. El pasto salpicado de manchas de sol, la escalera atada al árbol y el diario abandonado en la silla, me aseguran el verosímil. Detrás, ella empuña la tijera con la que podó las ramas del ciruelo. Sin embargo, el olor a savia viene de tus manos. * Los inmortales Querido hijo, aflojá con el dramatismo. Más de cuarenta años de lamento filial es insoportable para cualquier padre muerto. No te voy a decir que en cada flor