F. S. Fitzgerald/ Tengo algunas dudas de si esto sea de interés general, pero si alguien quiere saber más, todavía queda mucho, y el director me lo dirá. Si ya han tenido bastante, díganmelo —pero no demasiado alto, porque tengo la sensación de que alguien, no estoy seguro de quién, duerme profundamente—, alguien que podría haberme ayudado a mantener la tienda abierta. No es Lenin, y tampoco es Dios.
F. S. Fitzgerald- El crack up :::::: Febrero de 1936 Claro, toda vida es un proceso de demolición, pero los golpes que llevan a cabo la parte dramática de la tarea—los grandes golpes repentinos que vienen, o parecen venir, de fuera—, los que uno recuerda y le hacen culpar a las cosas, y de los que, en momentos de debilidad, habla a los amigos, no hacen patentes sus efectos de inmediato. Hay otro tipo de golpes que vienen de dentro, que uno no nota hasta que es demasiado tarde para hacer algo con respecto a ellos, hasta que se da cuenta de modo definitivo de que en cierto sentido ya no volverá a ser un hombre tan sano. El primer tipo de demolición parece producirse con rapidez, el segundo tipo se produce casi sin que uno lo advierta, pero de hecho se percibe de repente. Antes de seguir con este relato, permítaseme hacer una observación general: la prueba de una inteligencia de primera clase es la capacidad para retener dos ideas opuestas en la mente al mismo tiemp...