Mi mundo privado (My Own Private Idaho, Gus Van Sant, 1991). Es la amenaza de la tormenta, es el pronóstico errático de una tormenta que espero porque tengo los labios partidos y un calor agónico me recorre el cuerpo. Pienso en la tormenta que deseo porque la lluvia limpia y calma la sed, pero no, la tormenta una vez que la ansié con tanta precisión como para darle una utilidad de supervivencia toma la forma de una mula retobada a la que me acerco y patea, porque todo lo provocado y antes deseado es falso, en parte. Es igual con la libertad, pasa lo mismo con el pan, hay un momento en que hay que dejar de amasar, simplemente dejar de hacerlo, pero hasta ese momento se llega vacilante y cebado en ese ir más allá y aún más allá. Una película sobre la libertad en la que la libertad es estar en la orilla de un camino que no se acaba nunca. Una película en la cual el viajero es experto en caminos porque los ha trajinado de ida y vuelta una vida entera y puede de...