SARA GALLARDO: Y ese palosanto verde con perfume, duro como piedra, amigo del fuego, que arde mojado. Curen, vengan, sanen, alimenten, sostengan el corazón del Eisejuaz.
El Eisejuaz de Sara Gallardo en un sentido muy preciso fue, es y será la novela más importante que leí. Su lectura y la de La educación sentimental , fueron más que lecturas, estados revelatorios ya que, si bien desde muy niña tenía plena certeza de que sería escritora o por lo menos de que lo intentaría toda la vida, fue en esas lecturas que supe que no podía seguir demorando el pasaje y en los dos casos me puse a escribir de inmediato, urgida. La primera novela que escribí (hubo varios intentos previos, pero esta es la que considero acabada) -aún inédita- fue fruto del impulso desesperado de contestar a Sara Gallardo con un texto que, soñaba entonces, a ella le hubiera gustado leer. Pensaba en su novela como en una extensa carta a la que yo deseaba imperiosamente contestar. O como dice Brizuela, todos los novelistas suelen recordar una escena de infancia que equivale a su segundo nacimiento. Digamos que Sara Gallardo trajo a mi conciencia ese momento de la infancia que es mi segund...