Olga Orozco: en el fondo de todo jardín hay un jardín. Ahí está tu jardín, Talita cumi.
Nos vamos, otros jardines nos esperan. El nuestro lo dejamos -durante esta semana- en manos de ella. Pavana del hoy para una infanta difunta que amo y lloro A Alejandra Pizarnik Pequeña centinela, caes una vez más por la ranura de la noche sin más armas que los ojos abiertos y el terror contra los invasores insolubles en el papel en blanco. Ellos eran legión. Legión encarnizada era su nombre y se multiplicaban a medida que tú te destejías hasta el último hilván, arrinconándote contra las telarañas voraces de la nada. El que cierra los ojos se convierte en morada de todo el universo. El que los abre traza las fronteras y permanece a la intemperie. El que pisa la raya no encuentra su lugar. Insomnios como túneles para probar la inconsistencia de toda realidad; noches y noches perforadas por una sola bala que te incrusta en lo oscuro, y el mismo ensayo de reconocerte al d