Hilda Doolittle: Oh, no los compadezcas, mientras los ves caer uno por uno, pues caen exhaustos, adormecidos, ciegos, pero en un cierto éxtasis
:::::: De HD, la perfecta imaginista, tengo que decir, simplemente, que muchas veces siento que no podría vivir sin sus poemas. Es mi heroína personal. :::::: La vara en flor De Trilogía, 1944-1946 Voy donde amo y soy amada hacia la nieve; Voy hacia aquello que amo sin ningún pensamiento de deber o piedad; Voy hacia donde pertenezco, inexorable, como la lluvia que no ha cesado de caer hacia los surcos; he dado o podría haber dado vida al grano; pero si éste no crece o madura con la lluvia de la hermosura, la lluvia retornará a la nube, quien cosecha afila su acero sobre piedra; pero éste no es nuestro campo, no lo hemos sembrado; impiadosos, impiadosos, dejemos el sitio de la calavera para aquellos que lo compusieron. Satisfechos, insatisfechos, saciados o entumecidos de hambre, he aquí la urgencia eterna, la desesperación, el deseo de equilibrar la variante eterna; tú percibes este llamado insistente, esta deman