Rodaron mil truenos (escritos en proceso)
Mi madre dijo que había visto pasar una inmensa bola de fuego chisporroteando por encima de su cabeza.
Ocurrió la noche anterior a la del terremoto. Por la mañana ella me contó: anoche vi una bola de fuego; yo creí que hablaba de una estrella fugaz grande, una estrella fugaz enorme.
Escucho a mi madre contarme lo de la bola de fuego. Para qué me lo cuenta, me pregunto, estoy ocupada pensando en la venganza.
Escribo el diario. En el diario hago anotaciones que tienen que ver, en gran parte con la venganza y con las personas que me gustan, con los animales, las flores, los insectos, los hongos que prefiero y con libros, si me interesan o no, si algún personaje despierta mi amor y si ese personaje es o no un vengador.
Uno de los personajes vengadores que encontré es un hombre que usa sombrero y que tiene la piel más bien azul. Digo más bien azul porque no es de color azul, sino que parece azul, es decir, por la noche y bajo la luz eléctrica se ve azul, pero es una piel de color piel común y corriente que cuando la mirás a la luz de una lámpara, se ve azulada. Es un personaje vengador.
Un día antes del terremoto mi madre me cuenta, que por la noche cuando paseaba en la oscuridad por el jardín, había visto una luz viva que, según le pareció, rodaba casi sobre su cabeza. Me quedé atónita, mirándola hasta que desapareció en el horizonte, dijo.
Yo me pude imaginar la escena así: ella mirando atónita parada en medio del camino que se abre entre el eucaliptos de casi cuarenta metros de alto y el roble, que aunque es unos diez metros más bajo, es más tupido y solemne, pero lo que imaginé en el cielo fue una estrella fugaz.
Le pregunté si creía que había sido una estrella fugaz; quizás fue un meteoro, los meteoros anuncian desgracias, dijo. Las estrellas fugaces anuncian alegrías y los meteoros desgracias. Así lo anoté en el diario.
qué placer conocer este jardín, dedé! no sabía que tenías blog y me alegra muchísimo que hayas pasado a visitarme, dejándome esta invitación. bellísimos tus textos, cada uno de tus poemas, y las fotos, maravillosas.
ResponderEliminarpasaré seguido a visitarte.
un fuerte abrazo.
Bienvenida Paula! Gracias por tus palabras generosas y amigables..
ResponderEliminarCuando quieras pasar, estaré por aquí, como siempre, para una caminata alrededor del jardín.
Felicitaciones por la lectura en Rosario!
Mucha suerte.
Un abrazo.