J. Joyce/ y entonces le pedí con los ojos que me lo pidiera otra vez y entonces me preguntó si quería sí para decirle sí mi flor serrana y primero lo abracé sí y encima mío lo incliné para que pudiera sentir mis pechos toda fragancia sí y su corazón latía enloquecido y sí yo dije sí quiero. Sí.




Hoy:  Molly Bloom con CRISTINA BANEGAS y dirección de CARMEN BALIERO





...es que usaré una rosa blanca o esas masas fabulosas de Lipton me encanta el olor de una gran tienda lujosa a 7 ½ la lb o las otras con las cerezas y el azúcar rosadita a 11 peniques el par de lbs por supuesto una linda planta como centro de mesa voy a conseguirla más barata en esperá dónde es que las vi no hace mucho adoro las flores me encantaría tener toda la casa nadando en rosas Dios del cielo no hay nada como la naturaleza las montañas agrestes luego el mar y las olas veloces luego el campo hermoso con cultivos de avena y trigo y toda clase de cosas y esas vacas tan lindas sueltas por ahí eso te haría bien al corazón ver ríos y lagos y flores toda clase de formas y olores y colores que crecen hasta en los charcos prímulas y violetas es la naturaleza en cuanto a aquellos que dicen que no hay un Dios yo no daría ni cinco por todo su conocimiento por qué no van y crean algo muchas veces le pedí a él ateos o como quiera que se llamen vayan y sáquense las telarañas primero y luego al final aúllan por un cura y se mueren y por qué por qué porque tienen miedo del infierno debido a sus malas conciencias ah sí yo los conozco bien quién fue la primera persona del universo antes de que hubiera alguien que lo hizo todo quién ah eso ellos no lo saben yo tampoco así que ahí está el asunto sería como tratar de evitar que el sol aparezca mañana el sol brilla para vos dijo él el día que estábamos tirados entre las azaleas en Howth Head de traje de tweed gris y su sombrero de paja el día que hice que se me declarara sí primero le di un pedacito de torta de almendras que me saqué de la boca y era año bisiesto como éste sí hace 16 años mi Dios después de ese largo beso casi perdí el aliento sí él dijo que yo era una flor de la montaña sí así que somos flores todo cuerpo de mujer sí ésa fue una de las cosas ciertas que dijo en su vida y el sol brilla para vos hoy sí por eso era que me gustaba porque yo me di cuenta de que él entendía o sentía lo que una mujer es y yo sabía que siempre podría enredarlo y le di todo el placer que pude llevándolo hasta que me pidió que le dijera que sí y yo al principio no quería contestarle sólo miraba hacia el mar y el cielo yo pensaba en tantas cosas él no sabía de Mulvey y Mr Stanhope y Esther y padre y el viejo capitán Graves y los marineros que jugaban all birds fly y I say stoop y washing up dishes como los llamaban en los muelles y el centinela frente a la casa del gobernador con esa cosa alrededor de su casco blanco pobre diablo medio asado de calor y las chicas españolas de mantillas y altas peinetas que se reían y los remates a la mañana los griegos y los judíos y los árabes y el diablo sabe quién más desde todos los confines de Europa y Duke street y el mercado de aves todas cacareando afuera de lo de Larby Sharon y los pobres burros que resbalaban medio dormidos y los tipos anónimos en sus capas dormidos en la sombra sobre los escalones y las grandes ruedas de los carros tirados por bueyes y el viejo castillo de miles de años sí y esos moros buenos mozos todos de blanco y turbantes como reyes pidiéndote que te sientes en sus pequeñas tienditas y Ronda con las viejas ventanas de las posadas ojos que espían una celosía escondida para que el amante de ella bese el hierro y las tabernas medio abiertas a la noche y las castañuelas y la noche que perdimos el barco en Algeciras y el guardia en su caminata y el sereno con su lámpara y O that awful deepdown torrent y el mar el mar carmesí a veces como fuego y las gloriosas puestas de sol y las higueras en los jardines de la Alameda sí y todas las extrañas callecitas y las casas rosas y azules y amarillas y los rosedales y los jazmines y geranios y cactus y Gibraltar cuando joven donde yo era una Flor de la montaña sí cuando yo me puse la rosa en el cabello como las chicas andaluzas la usaban o shaIl I wear a red sí y cómo me besó contra la pared de los moros y yo pensé da lo mismo él que otro y entonces le pedí con los ojos que me lo pidiera otra vez y entonces me preguntó si quería sí para decirle sí mi flor serrana y primero lo abracé sí y encima mío lo incliné para que pudiera sentir mis pechos toda fragancia sí y su corazón latía enloquecido y sí yo dije sí quiero. Sí.

Trad. Dora Battistón, Carmen Trouvé y Aldo Reda /Anclajes V.5 (diciembre 2001): 55-70

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